¿De qué forma se considera a la Biblia un texto religioso?
Autor: Jacob L. Wright
Traducción: Ruth Iliana Cohan (Asociación Bíblica Argentina)
La pregunta de cómo la Biblia es un texto religioso es difícil ya que las respuestas dependen de la época en que nos encontremos: ¿nos referimos al período de los orígenes de la Biblia o a sus usos posteriores? En la tradición cristiana la Biblia ha funcionado históricamente, y continúa haciéndolo, como literatura religiosa. Pero cuando hacemos la distinción entre Nuevo Testamento y Antiguo Testamento/Biblia Hebrea y miramos la Biblia Hebrea en el contexto israelita o judío, las cosas se ponen mucho más complicadas.
Primero debemos preguntar ¿qué es la religión? Es relativamente fácil definir el término – estrechamente relacionado – teología que es el estudio sistemático de los conceptos de divinidad y sus implicaciones. Sin embargo, casi cualquier cosa podría calificar, de una forma u otra, como religión. Para los estudiantes de religión, vale todo, desde el Super Bowl de la NFL en la vida pública estadounidense hasta el luto prolongado que hacen los elefantes después de la muerte de uno de los miembros de su rebaño. La religión puede referirse a actividades que no solo tratan de lo divino, sino también con la muerte, nuestros eventos más sagrados y los rituales colectivos de nuestras comunidades y sociedades.
Convencionalmente, delimitamos la esfera religiosa de nuestra vida de la esfera secular. Sin embargo, la mayoría de las sociedades del mundo antiguo no separaban los ámbitos religioso y no religioso; ambas dimensiones era una sola cosa. Nuestra división moderna entre “iglesia y estado” habría tenido poco sentido para los autores de la Biblia. Por consiguiente, debemos tener cuidado cuando aplicamos el término religioso a escenarios antiguos.
De todas maneras, ciertamente podemos identificar varios aspectos de la vida en el antiguo Israel, y a lo largo de todo el antiguo oeste de Asia, que se relacionan específicamente con los templos, sacerdotes y profetas, así también como rituales y fiestas sagradas y límites entre lo sagrado y lo profano.
En cuanto a la Biblia Hebrea, gran parte tiene que ver con lo divino. Pero ¿a qué nivel es ésta una colección de escritos religiosos?
Muchos de los Salmos se dirigen a la deidad de Israel en oraciones de petición o acción de gracias. Es posible que se hayan realizado durante festivales sagrados y en los servicios regulares del Templo. El libro de las Lamentaciones contiene numerosos pasajes en los cuales la persona que se lamenta se dirige directamente a la deidad. Aunque la literatura profética contiene lamentos similares, es más frecuente que los autores traigan un mensaje de su dios a Israel. El Pentateuco es en muchos aspectos similar a la literatura profética, con Moisés comunicando la palabra divina a Israel. Esta palabra aparece en varias formas: discursos, enseñanzas, sermones y leyes, dichas leyes a menudo tratando temas como sacrificios, rituales, conducta sacerdotal y el santuario.
Sin embargo, aunque muchos de los textos de la Biblia Hebrea se relacionan con temas “sagrados”, una proporción significativa aborda inquietudes concernientes a un carácter más general. Largos tramos de narrativa tienen poco o nada que ver con lo que uno definiría convencionalmente como religioso. Ciertamente, estas narraciones pueden provocar que el lector considere preguntas de carácter moral. Pero también lo hacen muchos otros tipos de literatura que nadie pensaría como religiosos. En muchos casos, los autores bíblicos están más interesados en cuestiones de naturaleza política: la distribución de tierras, la forma de tratar a personas marginadas, los orígenes, las estructuras de autoridad o la vida colectiva.
En su conjunto, los textos bíblicos pueden entenderse mejor como un currículum educativo general destinado a consolidar comunidades dispares en solo pueblo con una historia, leyes, territorio, deidad, templo, héroes, futuro y, sobre todo, un texto en común. Este propósito explica la combinación en un libro de diversos relatos históricos, leyes, dichos de sabiduría, profecías y cantos. Aunque, desde finales del período del segundo Templo, muchos textos bíblicos habrían sido utilizados en los servicios del Templo y recitados durante los días de fiesta, los escritos bíblicos se leían mucho más en los hogares, casas de estudios y sinagogas.
La pregunta sobre el carácter religioso de la Biblia requiere que consideremos el impacto de un evento histórico importante en la vida del pueblo judío: la destrucción del segundo Templo que resultó en la pérdida de la soberanía de los judíos y el crecimiento de la Diáspora (después del 70 e. c.). Este cataclismo exigió a los judíos nuevas estrategias para interpretar textos bíblicos, ya que muchos de estos textos se refieren a asuntos de la vida política colectiva en la tierra prometida.
Uno de los desarrollos más fascinantes en el periodo del segundo Templo (que comienza en el siglo V a. e. c.) es el lugar central que la Torá llegó a ocupar en la vida religiosa, compitiendo y eventualmente remplazando al altar (este uso se representa, por ejemplo, en Ne 8). Algunos se refieren a este desarrollo como la textualización de la religión.
Para los lectores cristianos, las diferencias entre su mundo y el de los escritores bíblicos fueron aún más radicales. Originada en el mundo grecorromano, la iglesia primitiva compartió la orientación global y transnacional que caracterizaba a la época. Las comunidades para las cuales se compusieron los evangelios y las cartas apostólicas eran grupos definidos por sus creencias teológicas y por las prácticas sociales que derivaban de estas creencias. Por esta razón, los escritos del Nuevo Testamento califican, en cierto sentido, como textos religiosos; si por religioso queremos decir comunidades que se formaron principalmente en torno a la práctica teológica en lugar de étnica, geográfica o política.
La Biblia Hebrea sirvió como la base de todas las escrituras cristianas subsiguientes. Sin embargo, debido a que gran parte del canon judío recibido trata temas de carácter político, territorial y étnico más general, los lectores cristianos tuvieron que desarrollar técnicas interpretativas con las cuales excavar significados espirituales más profundos y duraderos que fueran apropiados para la naturaleza no étnica, no territorial y no política de las iglesias.
Esta transformación ha contribuido indudablemente al impacto histórico de la Biblia. Sin embargo, también tiene un inconveniente: los lectores no religiosos a menudo acuden a la Biblia Hebrea/Antiguo Testamento con la suposición de que es un texto religioso que aborda solo asuntos espirituales o teológicos. El efecto es que –en contraste con, por ejemplo, los mitos grecorromanos clásicos de los seres divinos— en la actualidad se ignoren ampliamente los diversos temas de la Biblia (como su profundo pensamiento político).